Ella desidiosa, impía, y paupérrima
Careció de mí, porque yo quise
Y me dejó, a la buena de Dios
Cuando creí que de desatino
podía mí yo, creer aciertos:
Noté que reía a carcajadas
Cuanto no noté, cuan banal fui
A que puerto deje de arribar?
aquel momento, esa instancia
Ya perdí el instante e igual
La sirena ofrece su mano
Esperaré, espero, ansío?
Y la imagen no espera mucho
no el tiempo de mi indecisión
que transcurre a pesar de mí
(¿Mi bien?)
...
..
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario